viernes, 21 de octubre de 2022

UN PUNTO EN EL UNIVERSO

  En el brazo de Orión, una región de la galaxia que llamamos Vía Láctea, se encuentra el Sol, una estrella que conforma el centro del Sistema Solar, del cual forma parte la Tierra, el planeta en que vivimos. La Vía Láctea no es sino una más entre los cien mil millones de galaxias que se supone que existen en el universo observable, y la Tierra, tan sólo una minúscula mota de polvo en un espacio cuajado de estrellas. 

La Tierra es el tercer planeta del Sistema Solar por su proximidad al Sol, del que dista unos 150 millones de kilómetros, y el quinto por su tamaño. 

De hecho, se trata de un planeta pequeño, pues su masa es un millón de veces menor que la del Sol, y a su alrededor orbita un solo satélite, la Luna. Nuestro planeta tiene forma redonda, aunque no completamente, pues está un poco achatado por los polos, fenómeno que se debe al movimiento de rotación del planeta sobre su propio eje. La Tierra está formada por una parte sólida, la geosfera, que rodea una capa gaseosa llamada atmósfera, y otra parte líquida, la hidrosfera, es decir, las aguas de los mares y los océanos, que son el elementos que permite la vida sobre el planeta. Éstas ocupan las tres cuartas partes de la superficie terrestre; por eso, vista desde el espacio, la Tierra presenta un hermoso color azul. 

El conjunto de los seres vivos que la pueblan forma la cuarta gran entidad planetaria: la biosfera. Desde la más humilde célula hasta el más complejo de los organismos, el ser humano, los seres vivos se adaptan y prosperan en todos los medios, y esta riqueza constituye la seña de identidad de la Tierra. 

  • LA FORMA DE LA TIERRA


Los antiguos se imaginaron la Tierra de diversas maneras. 

Los griegos creían que era plana; Homero, autor de la Ilíada, la describió como un inmenso disco redondo rodeado por las aguas del río Océano. 

En el siglo III a.C., sin embargo, Eratóstenes ya demostró la esfericidad de nuestro planeta, a pesar de lo cual en la Edad Media se volvió al modelo plano. 

Los viajes de circunnavegación del siglo XVI probaron que tal teoría era falsa. Por entonces se creía que la Tierra era el centro del universo, y el Sol y los planetas giraban a su alrededor. Galileo desbarató tal teoría en el siglo XVII, por lo cual fue condenado por la Inquisición. 

Los viajes espaciales han resuelto cualquier tipo de duda al respecto. 

  • ¿Somos los únicos?
En el universo hay infinidad de galaxias que albergan muchos soles. Cada vez hay más científicos que creen que no es razonable afirmar que en ninguna de dichas galaxias se ha dado el mismo proceso de aparición de vida, inteligente o no, que ha permitido la existencia de un planeta como la Tierra. 



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