La teoría de la Gestalt se basó en el principio de que si cada una de doce personas escuchasen una de las doce notas de una melodía, la suma de sus experiencias no se correspondería a la experiencia de quien escuchase la melodía entera.
La escuela de la Gestalt, es por lo tanto, la primera que define la percepción no como un registro sumativo de distintos elementos o estímulos sensoriales, sino que ésta resultaría de una aprehensión de la realidad como totalidad.
Los psicólogos van a estudiar el fenómeno de la percepción a partir de una serie de principios que va a corresponderse con determinadas capacidades mentales, y ello principalmente porque la mente, nuestro cerebro, funciona como un todo.
La importancia que a partir de entonces van a tener estas ideas para la teoría y la práctica de las artes es notoria, ya que abrirse al mundo requerirá una intensa interrelación entre las propiedades aportadas por los objetos y la naturaleza del sujeto observador.
Como nos apunta Arheim "todo percibir es también pensar, todo razonamiento es también intuición y toda observación es también invención".
Ello va a suponer para las demás teorías, que toda la percepción va a significar no un registro mecánico de los elementos, sino la aprehensión de esquemas estructurales significativos.
Otros autores pondrán de manifiesto que la capacidad para interpretar artísticamente la vida no va a ser un privilegio de unos cuantos, sino algo inherente al hombre mentalmente sano; esto va a ser también recogido por los psicólogos, los cuales, van a significar que el estudio del arte es una parte importante del hombre.
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