La primera gran novedad que trajo consigo el siglo XX fue la corriente alterna. Los adelantos técnicos que ésta implica permiten el transporte a distancia de energía eléctrica y, con ello, abren la posibilidad de que un mayor número de personas puedan utilizarla.
Ya en la Exposición Internacional de Fráncfort, se exhibe un transformador trifásico que hace posible mantener una línea de trasporte de energía eléctrica entre Fráncfort y Lauffen. Era el primer transporte de este tipo que se realizaba en el mundo. Paralelamente, en el año 1901, tiene lugar en Zaragoza el segundo transporte a distancia llevado a cabo hasta entonces: era entre el Molino de San Carlos y la capital, sobre una distancia de tres kilómetros.
Poco años más tarde, en 1909, se transporta energía eléctrica a 60.000 voltios desde la central de Molinar, en el río Júcar, a Madrid, con un recorrido de 250 kilómetros. Es la línea de mayor tensión y longitud de Europa en ese momento.
Otro hecho que hay que destacar de esta misma época es la inauguración en 1906 de la primera línea férrea electrificada de España, que une Barcelona con Sarriá sobre una distancia de cinco kilómetros.
España se ha mantenido, desde el principio, en la primera línea de los adelantos técnicos que se han desarrollado en el campo de la electricidad. Ello ha sido posible, en buena parte, gracias al esfuerzo de los técnicos españoles, el cual se ha visto acompañado por una iniciativa privada empresarial que ha captado desde el primer momento la importancia del papel que podría cumplir la electricidad en el progreso y bienestar de los españoles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario