EL ORIGEN DE LA MÚSICA

 Sobre cuál es el origen de la Música, en qué momento aparece, cómo y de qué forma fueron sus primeras manifestaciones, si existieron instrumentos y cómo fueron éstos... no tenemos respuestas exactas. Los comienzos del fenómeno musical humano están completamente envueltos en la oscuridad.

Nadie sabe en qué momento ni en qué forma hace su aparición sobre la Tierra. No obstante se cree que desde un principio muy remoto, la música fue posiblemente una de las primeras manifestaciones artísticas del hombre. Una actividad estrechamente unida a su vida y al contexto socio- cultural propio y válido para cada época. La Etiología musical se ha ocupado por desvelar el misterio del origen de la música. 

Musicólogos y filósofos como Ch. Darwin, Karl Bücher, Carl Stumpf, Curt Sachs, Adolfo Salazar y otros muchos, se han preocupado de ello y han imaginado cómo pudiera haber sucedido, haciendo surgir diversas teorías.

Así, por ejemplo, en la Historia de la Música, de K. Honolka y otros, se comenta la hipótesis de Charles R. Darwin, el gran naturalista, que cree que en los gritos de los seres humanos prehistóricos tiene que haber gritos de amor y de esta forma el canto primitivo era un medio masculino de declarar el amor.

Si esto fuera cierto, entonces habría que suponer que también hoy día, entre las canciones de los nativos (primitivos) dominarían las canciones de amor. Pero no es así. Tampoco dan la razón a Karl Bücher - historiador, economista y sociólogo alemán (1847- 1930) - quién afirma que cuando un grupo de seres humanos realizan, a la vez, un esfuerzo corporal regular, tienden espontáneamente a tomar una forma rítmica de voz y movimiento que unifica y aligera este esfuerzo. Así, de la repetición monótona de voces y movimientos se originarían, de forma elemental, las canciones de trabajo e incluso la danza. De este modo encontraríamos muchas canciones que tienen su origen en el ritmo necesario para hacer un trabajo determinado. Son canciones de obreros o artesanos, y las hay en el mundo entero. Pero, según estos autores, no es cierto, ya que nuestros conocimientos actuales nos enseñan que entre los primitivos casi nunca existían un sentimiento en común, y que mucho menos se desarrollara con cierto ritmo musical.