Cuando un alimento tiene una parte muy dura, utilizamos cubiertos especiales para abrirlos... Pero ¿cómo se las arreglarán los animales cuando sus manjares son algo difíciles de comer?
Al pinzón carpintero le encantan unos bichitos que viven en los agujeros de la corteza de algunos árboles. Pero tiene un problema: como su pico es ancho y cortito, no siempre puede llegar hasta donde está su manjar. ¿Sabes cómo lo soluciona? Va hasta el cactus más cercano, arranca con el pico una espina larga y finita, y vuelve volando al árbol. Así, con su pico- tenedor, como los bichitos como si hubiera tomado clases de modales.
Si quieres comer un huevo de avestruz, primero tienes que buscar algo que te ayude a romperlo (además de prepararte unas hierbas digestivas). ¡Es enorme y tiene la cáscara muy gruesa! Si no, usa la técnica del alimoche. Este pajarraco africano toma con el pico una piedra pesada, se sube encima del huevo y la deja caer. Si no lo rompe, sigue practicando "tiro al huevo de avestruz" hasta que lo logra...
A la nutria marina le gusta comer tranquila y relajada. Por eso, antes de devorar los cangrejos y las almejas que tanto le gustan, se pone de espaldas y flota de lo más tranquila, disfrutando del paisaje. Si con sus muelas no puede romper los caparazones de sus presas, pone en marcha el plan B: las apoya sobre la panza y las parte delicadamente, aplastándolas con una piedra dura que lleva siempre con ella.
El chimpancé siempre tiene a mano algún cubierto que lo ayuda a comer las cosas que le gustan. Si se quiere dar un atracón de hormigas, mete en un hormiguero un palito largo y, muy tranquilo, "pesca" las hormigas que quedan agarradas. Cuando encuentra alguna fruta con cáscara dura, en dos patadas construye un "cascanueces de piedras". Y si tiene sed, mastica hojas y cortezas para fabricar una esponja- vasito con la que saca agua de los huecos de los árboles. ¡Qué vajilla tienes, chimpancé!
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