¿CÓMO TRABAJA UN CIENTÍFICO?
¿Qué es una investigación científica? ¿Cómo se construye una teoría? ¿Las teorías son creadas, inventadas por los científicos, o se derivan directamente de los hechos?
Las respuestas a preguntas de este tipo no son simples: no pueden serlo. Los científicos no siempre trabajan igual, no siguen un único procedimiento porque no todos los problemas pueden abordarse de la misma forma. Por ejemplo, en una investigación sobre la generación espontánea y en otra sobre la evolución de los seres vivos o el origen del universo, deben utilizarse procedimientos diferentes. Tampoco hay una sola forma científica de enfrentarse a cada una de estas investigaciones.
- TODA INVESTIGACIÓN PARTE DE UN PROBLEMA. En 1844, en un hospital de Viena murieron, tras el parto, 260 mujeres (el 8,2% del total) como consecuencia de una enfermedad conocida como fiebre puerperal o fiebre posparto. En los dos años siguientes las muertes representaron el 6, 8% y el 11, 4%. Ignaz Semmelweis, médico de ese hospital, estaba muy preocupado por la frecuencia de estos fallecimientos e intrigado por el hecho de que en otra sección de maternidad de ese mismo hospital (la sección 2.ª) el porcentaje de muertes por la fiebre posparto fuera mucho más bajo: 2, 3%, 2,0% y 2, 7% en los mismos años.
- BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN. Semmelweis indagó todo lo que se conocía sobre esta enfermedad, y buscó en libros y revistas científicas las informaciones publicadas. La opinión más generalizada era que se trataba de epidemias de origen desconocido que, en ocasiones, se extendían por algunas localidades. Si fuese así, pensó el científico, ¿cómo explicar que durante años la epidemia afectase más a la sección 1.ª que a la 2.ª? La explicación debía ser necesariamente otra.
- FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS:
1. Una vez planteado el problema y consultadas fuentes de información, Semmelweis supuso inicialmente que... las diferencias podían deberse a la alimentación ofrecida a las pacientes o al cuidado con el que eran atendidas.
2. Comprobó que la alimentación que se les daba era idéntica en ambos casos, y el tratamiento recibido por las pacientes, muy similar. Así pues, ninguna de estas dos conjeturas iniciales, que denominaremos hipótesis o respuestas anticipadas al problema investigado, resultaban válidas.
Otro médica de ese hospital pensó que las muertes podían estar influidas por razones psicológicas, ya que, para ofrecerlos últimos auxilios a las moribundas, el sacerdote iba precedido de un acólito que hacía sonar una campanilla. La distribución de las habitaciones hacía que mientras en la 2.ª sección el acceso fuera directa, en la 1.ª tenía que pasar por varias habitaciones, y el sonido de la campanilla, supuestamente, aterrorizaría a las pacientes haciéndolas más vulnerables a la enfermedad. Semmelweis decidió someter a prueba la hipótesis. Convenció al sacerdote para que no tocase la campanilla y diera un rodeo para llegar hasta la enferma sin ser observado. Así se hizo, pero la mortalidad no decreció.
- LA HIPÓTESIS DEBE SER CONTRASTADA. En 1847, un colega de Semmelweis se hirió en un dedo con un escalpelo que estaba siendo utilizado en una autopsia y murió tras una agonía en la que mostró los síntomas de la fiebre posparto. Aunque se desconocía el papel de los microorganismos en este tipo de infecciones, Semmelweis supuso que el escalpelo había introducido en la sangre de su colega "algo" procedente del cadáver, que denominó "materia cadavérica". Como él y su equipo solían atender a las parturientas después de hacer autopsias, pensó que quizá también estas habían muerto como consecuencia de un "envenenamiento" similar de la sangre. Esta nueva hipótesis permitía explicar las diferencias de mortalidad entre las dos secciones ya que, en la 2.ª, ni los médicos ni las demás personas que atendían a las parturientas realizan autopsias. Si estaba en lo cierto, pensó, entonces bastaría con utilizar un procedimiento que permitiera eliminar cualquier resto de "materia cadavérica" para que no se produjera la infección. Una vez más, decidió someter a prueba su hipótesis. Ordenó que todas las personas que atendieran a las enfermas deberían lavarse las manos con una solución de cal clorurada. El instrumental utilizado recibiría también el tratamiento químico adecuado. La mortalidad por fiebre posparto quedó reducida al 1,2 %, porcentaje inferior al de la sección 2.ª. De esta manera, Semmelweis validó su hipótesis y concluyó que la fiebre posparto era producida por la infección con "materia cadavérica".
- CONCLUSIONES GENERALES. Del análisis de esta y otras muchas investigaciones pueden extraerse algunas conclusiones generales acerca de cómo trabajan los cientificos:
- Toda investigación parte de la formulación de un problema. Sin problema que investigar no hay investigación.
- Elaborar una hipótesis permite decidir cómo debe hacerse la contrastación. Así, el diseño de la investigación realizada por Semmelweis fue diferente cuando supuso que los fallecimientos se debían al miedo a la muerte provocado por el sonido de la campanilla, que cuando tenía la hipótesis de la infección por "materia cadavérica".
- La contrastación permite rechazar, refutar las hipótesis, o bien validarlas. Si una hipótesis es refutada, deberá formularse otra.
- Una investigación debe permitir alcanzar algunas conclusiones. Generalmente, estas conclusiones son provisionales.
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