La linfa
La linfa es un líquido blanquecino que se forma a partir del plasma y de los glóbulos blancos que salen de los vasos sanguíneos.
La linfa puede estar en contacto directo con los tejidos, formando el plasma intersticial, o bien dentro de unos vasos, los vasos linfáticos, formando la linfa vascular.
Los vasos linfáticos recorren todo el cuerpo y pasan a través de los ganglios linfáticos, en donde se producen los glóbulos blancos. Por eso, la linfa se va enriqueciendo con glóbulos blancos.
La linfa se incorpora a la sangre en determinados puntos del aparato circulatorio.
La circulación de la linfa se produce gracias a la presión de los músculos sobre los vasos linfáticos, que se contraen y empujan la linfa. En el interior de dichos vasos existen unas válvulas que impiden el retroceso de la linfa.
Funciones del sistema linfático
Las funciones del sistema linfático son tres:
- Recoger el plasma que se ha salido de los capilares sanguíneos.
- Absorber las grasas del quilo intestinal, que no pueden atravesar las paredes de los capilares sanguíneos.
- Producir glóbulos blancos en los ganglios linfáticos.
El aparato circulatorio linfático
El aparato circulatorio linfático está formado por cinco tipos de órganos:
- Los capilares linfáticos, que están repartidos por todo el cuerpo y recogen a través de sus paredes el plasma intersticial.
- Los vasos linfáticos, parecidos a las venas, que recogen la linfa procedente de los capilares linfáticos.
- Los vasos quilíferos, que son vasos linfáticos procedentes del intestino y que absorben las grasas del quilo intestinal.
- Los ganglios linfáticos, que son unos abultamientos en los que se fabrican los glóbulos blancos.
- Los grandes vasos terminales, que recogen la linfa procedente de los vasos linfáticos. Estos grandes vasos están conectados con el aparato circulatorio sanguíneo y devuelven la linfa a la circulación sanguínea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario