La crisis económica de 1929 puso fin al ambiente de distensión entre las potencias. La solidaridad que impulsó el Pacto de Locarno había desaparecido y una nueva ideología política, el fascismo, triunfaba en Italia.
El fascismo era una especie de filosofía política antidemocrática, antisocialista y ultranacionalista.
- PRINCIPALES RASGOS DEL FASCISMO
El fascismo, surgido en Italia después de la I Guerra Mundial, fue la más destacada ideología antiparlamentaria del período de entreguerras.
Este período tuvo en Europa tres grandes manifestaciones políticas: la crisis de la democracia, el auge de los fascismos y la consolidación de la revolución soviética.
El término fascismo tuvo su origen en la organización política creada por Mussolini en 1919. Esta denominación se hizo extensiva a otras experiencias semejantes, y acabó designando a todos los regímenes y movimientos similares al de Mussolini.
Durante los años 30, el fascismo se convirtió en un factor fundamental en el panorama político europeo.
La opción fascismo- antifascismo llegó a ser la principal línea de división entre los partidos políticos, los Estados y los propios ciudadanos.
Cuatro son los principios doctrinales que caracterizan el fascismo:
- El nacionalismo radical encarna un nacionalismo de pueblos vencidos en una contienda o defraudados por no haber conseguido lo que consideran un derecho. En el caso italiano, el fascismo se apoyó en la frustración provocada por no conseguir el desenlace de la Gran Guerra lo que ellos esperaban, mientras que en el caso alemán, arrancaba de la protesta contra el Tratado de Versalles. De este nacionalismo radical se pasa con facilidad al imperialismo, a las reivindicaciones territoriales y a una política agresiva y militarista.
- El fascismo es antiparlamentario y antiliberal. Acusaba a los sistemas democráticos de fomentar la división entre los ciudadanos y de provocar la debilidad del país. Frente al individualismo liberal, fomentaba la sumisión del individuo y la negación de as libertades personales. Según esta ideología, los individuos están subordinados al Estado dictatorial, y el Gobierno ha de ser dirigido por una élite, minoría selecta de ciudadanos, como una manifestación de las desigualdades entre las personas. Estas ideas llevaron al fascismo a la justificación del racismo, o sea, la existencia de seres superiores e inferiores.
- El fascismo desconfía de la razón y de la intelectualidad y apela a los sentimientos y al fanatismo de los pueblos. Mostraba ciertas preocupaciones sociales, y la mayoría de sus dirigentes procedían de las clases populares, al igual que sus militantes.
- El fascismo defiende el liderazgo absoluto. La nación debía poner su destino en manos de un líder, que reuniese todos los poderes; este liderazgo se apoyaba en el culto a la personalidad del jefe, mediante la propaganda y la prohibición de cualquier crítica.
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