Numerosas investigaciones, y seguramente la experiencia de cada uno, pone en evidencia que aprendemos mejor cuando queremos aprender. La motivación juega un papel fundamental en los procesos de adquisición del aprendizaje, pero también en la elección de las estrategias de enseñanza.
Las metodologías basadas en el trabajo cooperativo potencian el gusto por la investigación y por el descubrimiento. La elaboración de proyectos de trabajo cooperativo constituye una forma de aprender haciendo mediante la resolución de problemas, estrategia imprescindible para lograr un aprendizaje significativo.
En la elaboración de proyectos los resultados son importantes, pero los procesos de investigación son igualmente enriquecedores en la construcción de nuevas competencias.
¿Qué entendemos por proyectos de trabajo cooperativo?
Los proyectos de trabajo cooperativo son un conjunto de actividades de aprendizaje que invitan a los alumnos a analizar situaciones reales o verosímiles y a poner en juego sus ideas, conocimientos y actitudes para alcanzar un objetivo o resultado final planteado previamente.
El desarrollo de proyectos concretos supone una forma eficaz de enseñar y de aprender. Se enseña y se aprende a partir de la relación activa con el entorno, manipulando, experimentando, preguntando y ensayando. Y es en esta interacción donde los descubrimientos y las nuevas experiencias actúan como desencadenantes de nuevos conocimientos. Los alumnos, a través de esta metodología de trabajo, adquieren aprendizajes significativos y auténticos, y ejercitan sus competencias, convenientemente definidas y delimitadas.
Con los proyectos de trabajo cooperativo se potencia:
- La responsabilidad de cada uno también la colectiva.
- La comunicación entre los miembros del grupo.
- El liderazgo compartido y el reparto de responsabilidades.
- La diversidad enriquecida por la contribución de las individualidades.
- El análisis crítico de la información.
- La capacidad de síntesis.
- La globalización de los contenidos trabajados desde un enfoque multidisciplinar que permite aprenderlos mejor.
- La mejora de los aprendizajes, pero también de los procesos a través de mecanismos de evaluación.
- La participación de las familias en las actividades de aprendizaje.
Características de los proyectos de trabajo cooperativo
- Parten de situaciones reales tomadas del entorno y conectan con los intereses y necesidades de los alumnos.
- Recuperan conocimientos previos, básicamente los aprendidos en las diferentes asignaturas, pero también en lecturas y en otras experiencias extraescolares.
- Están orientados a resolver un problema, explicar un fenómeno o verificar una hipótesis.
- Plantean estrategias de aprendizaje activo, tales como la observación, la exploración, la experimentación, la búsqueda de información, la socialización de la información y la comunicación de los resultados.
- Tienen un carácter globalizador e interdisciplinar, porque en cada proyecto se mira la realidad desde diferentes perspectivas y con ayuda del estudio de diversas disciplinas.
- Fomentan el trabajo en equipos cooperativos, que es mucho más que el mero trabajo en grupo.
- Los alumnos trabajan con una cierta autonomía en la definición del proyecto, la planificación y la valoración de los resultados.
- Se evalúan los procesos con el fin de mejorarlos en los proyectos futuros.
- El papel del docente consiste en presentar el proyecto, generar preguntas (más que dar respuestas) y facilitar el proceso de investigación. En definitiva, su función es la de guía o facilitador.
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