LA MEZQUITA POR FUERA
La Mezquita de Córdoba fue mandada construir por Abderramán I, en el siglo VIII, sobre una antigua iglesia cristiana. Después fue ampliada tres veces; la última, por Almanzor. Su exterior es muy simple: está formado por gruesos muros, coronados por almenas, en los que sobresalen sólidos contrafuertes. Las puertas tienen arcos de herradura.
EL PLANO DE LA MEZQUITA
La mezquita mide 180 metros de largo por 130 de ancho y su planta es rectangular.
El edificio consta de dos partes: un gran patio y una sala de oración.
El patio disponía de un aljibe que proporcionaba el agua con la que los creyentes se lavaban, purificándose antes de sus rezos. En un lado del patio está el alminar.
Las partes principales de la sala de oración son el muro del fondo y el mihrab.
El muro del fondo servía para indicar la dirección de La Meca (aunque el de Córdoba mira en otra dirección).
El mihrab es una pequeña capilla situada en el muro del fondo que servía para que resonara la voz del imán, el encargado de dirigir los rezos.
LA MEZQUITA POR DENTRO
La sala de oración es un bosque de columnas sobre las que se apoyan arcos de herradura. Muchas columnas procedían de edificios romanos en ruinas. Para elevar la altura y conseguir mayor luminosidad, el arquitecto puso sobre cada columna una pilastra rectangular, y sobre las pilastras, arcos de medio punto. Estos arcos sostienen el techo.
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