LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN

1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

A finales de 1807 existía en España una grave crisis social y económica provocada por las sucesivas guerras que trajeron consigo el hambre, la escasez de cosechas, la propagación de epidemias y el elevado aumento de los precios. 

A esto hay que añadir la bancarrota del Estado (endeudamiento por las guerras) que trajo consigo la indignación del pueblo español en contra de Godoy (estaba al frente del gobierno) y del príncipe Fernando.

A. TRATADO DE FONTAINEBLEAU Y MOTÍN DE ARANJUEZ

En 1806, Napoleón decretó el bloqueo continental contra Inglaterra, fue apoyado y aceptado por la mayoría de países menos Portugal. Esto implicó que Napoleón invadiera Portugal en 1807, para ello firmó con España el Tratado de Fontainebleau que autorizaba a Francia a atravesar España.

Tomaron Lisboa y Napoleón aprovechó su entrada libre en España para acuartelarse en varias ciudades, produciéndose incidentes entre la población española y los soldados franceses. En 1808 se produjo el llamado Motín de Aranjuez, donde los partidarios de Fernando asaltaron el palacio, siendo Godoy depuesto y obligando a Carlos IV a abdicar en favor de su hijo.

B. ABDICACIONES DE BAYONA

En Bayona, Napoleón reunió al depuesto Carlos IV y a su mujer María Luisa exigiendo su renuncia por completo, por otro lado Fernando VII abdicó en favor de sus padres y éstos lo hicieron en favor de Napoleón que a su vez, le entrega el trono español a su hermano José Bonaparte (Pepe Botella). Éste se enfrentó a la difícil tarea de dirigir el país, impuso un Estatuto Real (Carta Otorgada) para dar una imagen de modernidad y legalidad a España. Además, llevó a cabo otras series de medidas: eliminar aduanas interiores, eliminar la Inquisición, abolir la jurisdicción señorial y Pepe Botella contó con el apoyo de los afrancesados. 

Mientras en Madrid, se produjo el levantamiento del 2 de Mayo causado porque los reyes se habían marchado de España, produciéndose un enfrentamiento a las puertas del palacio. Se generalizó la lucha callejera contra los franceses y terminó con un aplastamiento popular, siendo un centenar fusilados en la montaña del príncipe Pío y en El Pardo. Pero el pueblo español no se dio por vencido, surgiendo una rebelión que se extendió por todas las ciudades del país, ayudados por ingleses y portugueses.