En la reproducción asexual interviene una sola planta que da origen a otra planta, idéntica a ella, a partir de una de sus partes. Los principales tipos de reproducción asexual son:
Estolones:
Son tallos que crecen horizontalmente sobre el suelo. Cuando llegan a cierta distancia de la planta original, producen raíces y tallos nuevos, que dan origen a una nueva planta. Se dan en la fresa y la cinta, por ejemplo.
Rizomas:
Son tallos subterráneos que cada cierto espacio producen tallos que salen a la superficie. Estos tallos generan sus propias hojas y forman una nueva planta. Tienen rizomas los lirios y el jengibre.
Bulbos:
Son tallos subterráneos envueltos por hojas carnosas que constituyen una reserva alimenticia. Tienen yemas de las que pueden formarse nuevas plantas completas. Se dan en la cebolla y los tulipanes.
Tubérculos:
Son tallos subterráneos que han ido acumulando reservas de nutrientes y que presentan yemas. De cada una de estas yemas puede desarrollarse una nueva planta. Son ejemplos la patata y la mandioca.
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