- Un niño diabético con un adecuado control metabólico no tiene porqué tener más enfermedades que el resto de los niños. Sin embargo, puede suceder que las defensas del organismo disminuyan ante cifras de glucemia elevadas de forma mantenida.
- Ante una enfermedad (proceso febril, infección respiratoria, faringitis, infección de orina,...) se va a producir un aumento de ciertas hormonas (cortisol, catecolaminas, glucagón,...) que van a ser hiperglucemiantes y cetogénicas, aumentando por tanto las necesidades de insulina.
- Ante un cuadro de vómitos, como el niño no come, puede haber hipoglucemias.
¿QUÉ SE DEBE HACER?
- No hay que dejar de ponerse la insulina, ya que si existen niveles bajos de insulina habrá más riesgo de descompensación.
- Aumentar el número de autocontroles y medirse los cuerpos cetónicos en orina.
- Dar un aporte adecuado de hidratos de carbono para evitar la aparición de cuerpos cetónicos. Como se suele tener menos apetito, habrá que dar alimentos apetecibles y que se digieran fácilmente (purés, sopas, yogures desnatados, galletas, leche, líquidos azucarados,...). También deben darse líquidos de forma adecuada para evitar que el niño se deshidrate.
- En caso de vómitos, se debe intentar la tolerancia oral:
- Si la glucemia es mayor de 150 mg/dL se hará con zumo o con refresco de cola batida (en niños mayores).
- ¿Cuándo debemos acudir al hospital?
- Vómitos persistentes sin que el niño tolere nada por vía oral.
- Hiperglucemias que no se controlan a pesar del aumento en la dosis de insulina.
- Presencia de dos o más cruces de cuerpos cetónicos en orina.
- Hipoglucemias mantenidas.
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