A finales del siglo XVI, los intentos de hacer evolucionar el teatro español pasan por tres corrientes: la humanista, inspirada en la preceptiva teatral de los clásicos; la religiosa, continuadora de la tradición medieval; y la popular cuyo máximo exponente son los pasos de Lope de Rueda. Pero ninguna sirve para explicar el fenómeno teatral que va a ocurrir durante el siglo XVII gracias al genio renovador de Lope de Vega. Lope crea la comedia nacional mezclando elementos del teatro anterior con temas de la tradición nacional y adaptando la literatura culta de otros géneros. Pero el resultado es, en la práctica, una invención suya.
La comedia clásica: estructura e intención:
Es Lope de Vega el inventor de la comedia, el teórico y defensor de su forma de componer obras y el más prolífico y brillante creador. En su Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609) expuso las características de sus dramas, que imitaron después los demás dramaturgos. La comedia clásica presenta una gran uniformidad en casi todos los autores. Las variaciones estructurales son pequeñas y lo que diferencia a unas obras de otras o a unos autores de otros es el argumento, la calidad literaria, la habilidad para llevar la intriga o el tratamiento de los temas o personajes.
Características de la novela clásica:
- La libertad artística: Lope se niega a someterse a principios perceptivos como los que regían el teatro clásico y que se tomaban como leyes necesarias para componer buenas obras teatrales. Inspirándose en la naturaleza, Lope imita las acciones de los seres humanos, pinta costumbres sociales y da gusto al público con su inagotable inventiva, su ingenio y su capacidad para representar conflictos pasionales. Lope rechazó las tres unidades dramáticas que consideraban imprescindibles para toda obra de teatro: regla de las tres unidades.
También resulta contraria a las normas clásicas la mezcla de elementos trágicos y cómicos presentes en estas obras, que con propiedad deberían ser llamadas tragicomedias. La comedia se divide en tres actos: 1.º Exposición. 2.º Enredo. 3.º Desenlace rápido.
El comienzo de la obra suele ser brusco: se inicia la acción con un suceso aparatoso buscando la atención del espectador e imprimiendo, desde el inicio, un dinamismo y una rapidez a los acontecimientos, que estarán presentes siempre en las mejores obras. El cambio de un acto a otro solía servir para señalar un salto en el tiempo: al inicio del siguiente acto, el público tenía que imaginar que había transcurrido un determinado número de horas, días o años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario