Cuando vemos a una persona que ha sufrido un accidente o una enfermedad repentina debemos prestarle ayuda hasta que sea atendida por personal sanitario.
Para ello es necesario conocer algunas técnicas de primeros auxilios.
Cortes
Presionar la herida firmemente con una gasa estéril hasta cortar la hemorragia. Si es posible, se deben utilizar guantes desechables. Cuando deje de sangrar, limpiarla con agua y jabón y a continuación con un desinfectante. Después hay que acudir a urgencias del hospital, pues tal vez sea necesario dar puntos o administrar la vacuna antitetánica.
Quemaduras leves
Lavar la quemadura durante unos minutos con abundante agua fría debajo del grifo para enfriar la piel. No hay que poner barro, aceite, pomada, pasta de dientes, alcohol u otras sustancias sobre las quemaduras. Si la quemadura es grave, se puede tapar con gasas mojadas hasta recibir atención médica.
Hemorragias nasales
Inclinar ligeramente la cabeza hacia delante para evitar tragar sangre y presionar con los dedos la nariz durante unos minutos, hasta que deje de sangrar. No hay que taponar la nariz con algodón y, si en unos minutos no deja de sangrar, presionar la nariz de nuevo hasta cortar la hemorragia.
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