Este tipo de oraciones no forman un grupo homogéneo. La tradición gramatical distingue entre las adverbiales propias e impropias. Actualmente se reconocen al menos tres grupos muy diferenciados, por motivos de estructura interna y sentido lógico:
- Las adverbiales propias son aquellas oraciones que contienen una proposición que equivale a un complemento circunstancial e incluso es posible sustituir esta proposición por un adverbio o un sintagma preposicional con claro valor circunstancial. Se trata de las auténticas adverbiales que expresan particularmente las ideas de tiempo, lugar y modo de la acción verbal.
- Por el contrario, las adverbiales impropias no cumplen esta condición, sino que más bien las proposiciones que componen toda la oración compuesta mantienen una relación de interdependencia (es decir, la una exige lógicamente a la otra). En este grupo se sitúan cinco tipos: las oraciones condicionales, concesivas, causales, consecutivas no intensivas y finales.
- Finalmente, habría un tercer grupo cuya estructura formal es diferente de los dos anteriores: son las oraciones que contienen una proposición que aparece como adyacente de un elemento anterior, generalmente un adverbio cuantificador como "más", "menos", "tan", "tanto", etc. De ahí que se las denomine oraciones de adyacente adjetival o adverbial de un elemento cuantificado, o más simplemente oraciones subordinadas cuantitativas. Se trata de las tradicionalmente llamadas comparativas y consecutivas intensivas.
- Las oraciones adverbiales propias: temporales, locales y modales.
Desempeñan la misma función que un complemento circunstancial en la oración simple. Los principales nexos son los adverbios de relativo: donde, cuando y como, siempre que carezcan de antecedente, ya que si lo tienen expresamente forman entonces oraciones adjetivas o de relativo.
1.1.- Oraciones subordinadas adverbiales locativas o de lugar.
En construcción subordinada, la indicación de lugar se expresa en castellano casi exclusivamente con el adverbio "donde", combinado con las preposiciones específicas que indican la dirección del movimiento: a donde, por donde, desde donde, en donde, hasta donde, etc. Ejemplos:
a) Deja el abrigo donde puedas.
b) Procura leer siempre donde tengas buena luz.
c) Su propiedad se extiende hasta donde alcanza la vista.
d) Se marchó a trabajar a donde lo necesitan más.
e) Por donde tú acostumbras a pasear de noche hay con frecuencia atracos.
f) Sigue leyendo desde donde lo has dejado.
1.2.- Oraciones subordinadas adverbiales temporales
Estas oraciones van introducidas principalmente por el adverbio "cuando", aunque a diferencia del grupo anterior, la expresión de la idea de tiempo ofrece en castellano una notable variedad y riqueza de construcciones.
Se debe distinguir en el sentido del tiempo entre tres tipos de relaciones, según que el suceso presentado en la acción de la subordinada se dé al mismo tiempo, antes o después de la acción del verbo de la proposición principal:
- Simultaneidad: Se va encontrando mejor, según pasa el tiempo.
- Anterioridad: Apenas terminó la fiesta, regresamos a casa.
- Posterioridad: Cuando lo anunciaron, yo ya lo sabía.
Las principales construcciones para expresar tiempo son las siguientes:
a) Con nexos subordinantes:
- Indican acciones simultáneas:
- mientras
- a medida que
- conforme
- según
- Indican anterioridad:
- tan pronto como
- apenas
- una vez que
- en cuanto
- Indica posterioridad: cuando
b) Con verbos en forma no personal
- La construcción en infinitivo precedido de "al" (a + el):
Compra tú el pan al salir de clase.
Al llegar los invitados, empezó la ceremonia.
- Los gerundios de simultaneidad que acompañan a la acción principal:
Se enteró de la noticia llegando a casa.
- Los participios en proposición absoluta:
Iniciado el acto, nadie pudo entrar.
Llegó a casa terminada la cena.
c) Locuciones conjuntivas
Se pueden considerar oraciones subordinadas de tiempo las que contienen construcciones introducidas pro las llamadas "locuciones conjuntivas": después de que, antes de que, siempre que, ahora que.
Llegó después de que cenáramos.
Antes de que terminara la película salió del cine.
Siempre que se enfada, se pone rojo de rabia contenida.
Puedes decir la verdad ahora que él no está presente.
1.3.- Oraciones subordinadas adverbiales modales
Este tipo de oraciones tiene por nexo principal el adverbio "como". Para que la oración que contiene este "como" sea realmente modal (puede confundirse con otras estructuras y otros valores semánticos) debe ser sustituible por el adverbio "así", o expresiones como "de esta manera", "de esta forma", etc.
Hazlo como puedas/ Hazlo así.
Monta el aparato como te indica el prospecto/ Monta el aparato así.
Otros nexos o enlaces típicamente modales son:
- Según:
Se comporta siempre según le dicta su conciencia.
- Tal y como:
Contestó a las preguntas del examen tal y como le habían enseñado.
- Como si:
Actúa como si no le importara nada en esta vida
2.- Las oraciones subordinadas cuantitativas: comparativas y consecutivas (no intensivas)
Si se observa la estructura de estas oraciones compuestas, se deducirá su gran parecido formal:
a) Vive tan lejos como Luis (sobreentendido: "vive lejos").
b) Vive tan lejos que debe ir en autobús.
En ambos casos tenemos los siguientes rasgos distintivos:
- Un elemento cuantificador (adverbio de cantidad): tan.
- Un elemento cuantificado (adverbio, adjetivo o nombre): en este caso, "lejos" (adverbio).
- Una expansión o adyacente del elemento cuantificador: "como Luis", "que debe ir en autobús", que actúa por tanto como complemento del adverbio "tan".
- El conjunto sería formalmente un Sintagma Adverbial cuantificador del adverbio "lejos" (en otros casos es un adjetivo o un sustantivo lo que se cuantifica).
- El nexo "que" (en otros casos "como") no es ni pronombre de relativo ni conjunción completiva: actúa como simple conector vacío de función y de significado.
- Estas estructuras se basan en una correlación entre el cuantificador y la proposición subordinada que forma sintagma con él. De ahí que reciban el nombre de oraciones correlativas de cuantificador adverbial.
- Lo único que diferencia las oraciones a) y b) es por tanto el sentido expresado o la idea implícita que domina el mensaje:
- en a) hay una comparación entre dos términos sobre la base de la idea de lejanía a un punto, siendo los términos de la comparación "yo" y "Luis";
- en b) se da un razonamiento: sobre la base o premisa de la lejanía se extrae una consecuencia (la premisa: "vive tan lejos", la consecuencia: "debe ir en autobús").
2.1.- Las oraciones comparativas
En estas oraciones, el hablante establece una gradación de una cualidad o propiedad partiendo de un punto de referencia común a dos o más términos que resultan graduables entre sí. Los elementos cuantificables son básicamente adjetivos, sustantivos y adverbios.
La idea de comparación implica las relaciones posibles de superioridad, igualdad e inferioridad entre los términos comparados. De esta manera hay tres construcciones comparativas:
a) Superioridad: más... que
b) Inferioridad: menos... que
c) Igualdad:
- tanto... como
- igual de + adj o nombre + que
- artículo + mismo... que
Ejemplos:
- Luisa tiene más paciencia que su marido.
- Luisa tiene menos paciencia que su marido.
- Luisa tiene tanta paciencia como su marido.
- Luisa es igual de paciente que su marido.
- Luisa tiene la misma paciencia que su marido.
Como se observa en estos ejemplos en la estructura comparativa suele no aparecer el verbo en el segundo elemento correlativo, que debe darse entonces por sobreentendido. Esta elipsis es muy frecuente y debe tenerse en cuenta.
Por último, también deben considerarse como estructuras comparativas las que contienen las formas latinas de comparativo llamado "sintético" mejor, peor, mayor y menor.
2.2.- Las oraciones subordinadas consecutivas intensivas
Estas oraciones expresan la idea de una consecuencia de la intensidad de algo que se ha afirmado previamente (la relación lógica implícita es la de la premisa y conclusión).
Por ejemplo:
a) Le gustó tanto la comida que lo devoró todo.
b) Se pone tan pesado que no se le puede aguantar.
c) Tenía tantas deudas que se ha arruinado.
d) Grita de tal forma que resulta desagradable.
e) Dice tantas barbaridades que hace reír.
f) Dice tales sandeces que parece tonto.
g) Don Quijote leyó tantos libros de caballerías que se volvió loco.
Cada una de estas oraciones las podríamos expresar mediante una conjunción consecutiva (por tanto; así pues; por consiguiente; por lo cual; luego, conque,etc), eliminando el elemento intensificados, de manera que aparezca con más claridad el razonamiento consecutivo:
a) Le gustó mucho la comida; por lo cual, lo devoró todo.
b) Se pone muy pesado, conque no se le puede aguantar.
c) Tenía muchas; por lo tanto se ha arruinado.
d) Grita mucho, así que resulta desagradable.
e) Dice muchas barbaridades; por lo cual hace reír.
f) Dice muchas sandeces, conque parece tonto.
g) Don Quijote leyó muchos libros de caballerías, por lo cual se volvió loco.
3.- Las oraciones adverbiales impropias
Bajo esta denominación se agrupan cinco tipos de oraciones que comparten rasgos específicos:
- Desde el punto de vista semántico, estas oraciones expresan la indicación de procesos de razonamiento mental de valor causal, condicional, concesivo, final y consecutivo. La clasificación de estas oraciones se basa por tanto en un criterio semántico. Se debe observar también que muchos de los enlaces de estas oraciones funcionan a un nivel superior, es decir, pueden actuar como conectores textuales (porque, si, aunque, por tanto, por consiguiente, etc), lo que nos emparenta con las conjunciones coordinantes.
- Desde el punto de vista formal, se trata de oraciones en las que se da una relación de mutua exigencia o interdependencia, de tal manera que un miembro (proposición o conjunto oracional más amplio) condiciona la aparición del otro, pero sin que entre ellos se establezca propiamente una relación de complementariedad o dependencia formal como se da, por ejemplo, en las estructuras oracionales complejas (sustantivas, adjetivas, adverbiales propias y adverbiales cuantitativas). Hay que distinguir la distinta estructura de dos grupos:
- La proposición o grupo oracional condicional, concesivo y consecutivo no desempeña ninguna función sintáctica dentro de una unidad mayor.
- El caso de las oraciones finales y causales es diferente: formalmente la proposición final o causal equivale a un complemento circunstancial de causa o finalidad en una estructura oracional compleja.
Cualquiera de los siguientes ejemplos puede mostrar que este tipo de oraciones son muy diferentes a todas las demás subordinadas:
a) Se ha quedado en casa porque tiene que trabajar.
b) Agárrate bien para que no te caigas.
c) Si esperas un minuto, me voy contigo.
d) Aunque ya tengo sueño, me quedaré leyendo un poco más.
e) He estudiado mucho; por lo tanto, aprobaré con toda seguridad.
En los cuatro primeros casos la estructura de proposición principal y proposición subordinada es reversible, es decir, puede aparecer en primer lugar una u otra sin que cambie el sentido que se expresa. De ahí que la estructura de estas oraciones no esté determinada por una auténtica dependencia sintáctica. Por otro lado, el enlace subordinante indica una idea lógica dada, precisa, aunque su contenido real está sometido a las condiciones concretas en que se contextualiza el mensaje.
1.- Las oraciones consecutivas o de consecuencia.
En estas oraciones, la proposición o grupo oracional precedido por el nexo consecutivo expresa la consecuencia de lo dicho en la proposición o grupo oracional anterior.
Los enlaces consecutivos más empleados son:
- por tanto, por lo tanto,
- por lo cual,
- por consiguiente;
- luego;
- de tal manera o modo;
- así es que, así que;
- conque.
Estos dos últimos son los que más se utilizan en el habla coloquial.
a) Hace frío, así que ponte el abrigo.
b) El error es tuyo, de modo que no proteste.
c) Tengo sueño, conque me voy a la cama.
d) Está enfadado con sus padres, por tanto no suele ir a visitarlos.
2.- Las oraciones causales
Estas oraciones expresan el motivo o razón por el que algo sucede o según el cual el hablante se representa que algo tiene lugar
a) Los subordinadores causales son muy variados en castellano:
- puesto que: Has obtenido el empleo, puesto que estabas bien preparado.
- ya que: He venido a verte, ya que tú nunca vienes.
- pues: Estoy cansado, pues llevo mucho tiempo haciendo lo mismo.
- dado que: Podemos marcharnos, dado que aquí nadie nos atiende.
- gracias a que: He aprobado gracias a que no estaba nervioso.
- a causa de que: El accidente se produjo a causa de que la carretera estaba mojada.
- por culpa de que: Perdimos el partido, por culpa de que nos entrenamos poco.
- debido a que: Debido a que los precios han subido, los salarios subirán también.
- porque: No he podido llegar a tiempo porque he perdido el tren.
b) Construcciones con valor causal en infinitivo
- Por + infinitivo: No le dieron el trabajo por no ir vestida correctamente.
- De tanto + infinitivo: Conseguirás que me enfade de tanto insistir.
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