Por supuesto, pero hay que tener en cuenta que:
- Los niños experimentan su dolor de manera ocasional y en momentos especiales: cumpleaños, excursiones, campamentos...
- El concepto de muerte es abstracto y difícil de entender para ellos.
- La edad, la personalidad, las experiencias previas o la relación con el difunto, serán determinantes para afrontar la pérdida.
¿Hay que decir la verdad a los niños cuando un ser querido muere?
Sí, pero con delicadeza y teniendo en cuenta lo que el niño, por su edad, puede comprender.
¿POR QUÉ HAY QUE DECIR A LOS NIÑOS LA VERDAD?
- Porque compartir el dolor contándoles que un ser querido ha muerto, les permitirá a ellos también apenarse por el hecho.
- Para evitar que se culpen por la pérdida.
- Para hacerles partícipes de la realidad que vive la familia.
¿Qué debemos decir al niño que ha perdido a un ser querido?
- Cómo nos sentimos.
- Que entendemos su tristeza.
- Que es natural sentir pena o rabia.
- Que nunca... (volverá, le veremos, etc.).
Los temores más frecuentes del niño son:
¿Causé yo la muerte? ¿Me pasará esto a mí? ¿Quién me va a cuidar si se muere también mi...?
Actitudes del niño en duelo que pueden implicar problemas
- Negarse a hablar del ser querido, enfadándose si alguien lo hace.
- Tristeza profunda después de al menos un mes.
- Conductas regresivas, más infantiles y caprichosas.
- No controlar los impulsos, ira excesiva o llorar mucho.
- Decir con frecuencia que quiere morirse o irse con el ser querido.
- Negarse a comer, a ir a dormir, a jugar, a ir a la escuela.
- Pesadillas o terrores nocturnos.
- Imitar de manera exagerada a la persona fallecida.
Actitudes normales del niño en duelo
Es normal que:
- Durante unas semanas crea que el ser querido sigue vivo.
- Piense que va a volver.
- Esté más sensible y trate de llamar más la atención.
- Tenga miedo y se resista a ir a la cama.
- Pueda estar desganado.
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