ANTONIO BUERO VALLEJO
En los años cuarenta, el triunfo del bando franquista tiene por consecuencia la vuelta a un modelo teatral para entonces ya anacrónico: la comedia burguesa de salón, que tiene por rasgos principales el cuidado literario del diálogo y las situaciones matrimoniales equívocas.
Otra manifestación dramática de los años cuarenta resulta más innovadora: drama de tesis sobre todo cultivado por Joaquin Calvo Sotelo a partir de "La Muralla" en la que desde un punto de vista conservador plantea el problema de conciencia de un hombre que poco antes de morir se arrepiente de las circunstancias de la guerra civil al haberse enriquecido de manera fraudulenta.
La única manifestación que rompe con las expectativas del público es el drama de Antonio Buero Vallejo de 1949 titulada "Historia de una escalera". En esta obra se inaugura una nueva tendencia neorrealista pero caracterizada por plantear las preocupaciones existenciales concretas de la gente de clase humilde y hacerlo en un lenguaje verosímil por su coloquialismo y es la única obra realmente pesimista de la época en la que indirectamente se ataca el estancamiento de la vida individual y por lo tanto colectivo.
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