Entre los seres vivos de distintas especies se establecen varios tipos de relaciones. Estas pueden ser beneficiosas o perjudiciales para las especies.
- El mutualismo
El mutualismo es una relación que se establece entre dos individuos, en la que ambos se benefician. Un claro ejemplo son las abejas y las flores. Las abejas se alimentan del néctar de las flores y estas consiguen un medio de transporte para que su polen llegue hasta otras flores.
Las abejas se alimentan del néctar y del polen de las flores que
transportan en su cuerpo y que, a su vez, van diseminando.
- El comensalismo
El comensalismo es un tipo de relación en la que un ser vivo se alimenta de los restos de comida de otro ser vivo. Es el caso de los peces rémora, que se alimentan de los restos de comida que van dejando los tiburones. Al hacer esto el comensal no le causa ningún perjuicio ni beneficio al otro ser vivo.
El tiburón no sale beneficiado ni perjudicado por las rémoras que lo acompañan
- El parasitismo
El parasitismo se produce cuando un ser vivo obtiene un beneficio de otro, que resulta perjudicado. Por ejemplo, las pulgas chupan la sangre de los perros para alimentarse, provocándoles un intenso picor e infecciones.
Las pulgas son parásitos de los perros y de otros animales mamíferos.
- La competencia
La competencia se da cuando dos especies tienen las mismas necesidades, por lo que ambas resultan perjudicadas.
Por ejemplo, dos especies pueden competir por comer los mismos alimentos o refugiarse en los mismos lugares. Es el caso de las ardillas y los lirones, que compiten por ocupar los huecos de los árboles donde viven.
Entre ardillas y los lirones se establece una relación de competencia.
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