Ser peatón no quiere decir ir por la calle como si se tratara del pasillo de tu casa. Tenemos que cumplir una serie de normas por nuestra seguridad y por respeto a los demás. No cumplirlas conlleva un riesgo y puede llevarnos a ser reprendidos por un agente de la autoridad o incluso a ser multados.
La calle es de todos y existen normas de circulación y convivencia con el fin de que todo funcione correctamente, tanto en las áreas reservadas a los peatones como en las reservadas a los vehículos.
Recordemos el vocabulario más elemental de la calle: calzada, parte reservada a la circulación de vehículos, zona peatonal, parte reservada a la circulación de peatones (aceras, andenes, paseos y refugios). Los conductores cuentan con una serie de señales que les indican qué cosas deben hacer y qué cosas deben evitar, pero ¿y el peatón?
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